01 mayo 2006

Cultura Vs. Política cultural.

Pablo García Bachiler vía el pais

Los museos de arte contemporaneo proliferan en el paisaje urbano peninsular como molinos de viento en el litoral de Cádiz pero este capricho de los políticos no tiene por que significar un enriquecimiento de la cultura de nuestras ciudades. El Museo Patio Herreriano de Valladolid, reconocida obra de los arquitectos Arnuncio y Blanco que recupera el claustro de herrera, como institución se demostraba torcida desde su gestación al incluirse una exposición de automóviles de Renault (Empresa con una importante factoría en la ciudad). Hoy aparece en el pais un artículo que se refiere a este desequilibrio politicos/cultura haciendo referencia a el último desliz del Patio Herreriano (museo de arte contemporaneo español) con respecto al arte contemporaneo; una exposición sobre Cristobal Colón.

El consejo asesor del museo, ante la imposición del alcalde, dimite en pleno.


La eclosión de museos y centros de arte contemporáneo en España ha sido espectacular en los últimos años, pero muchas veces los políticos consideraban que la inversión en el edificio era suficiente para conseguir el rédito publicitario de situar la localidad en el mapa o darse la pátina de modernidad exigida y descuidaban el programa cultural y artístico que debían desarrollar estos espacios. Esto se ha traducido en presupuestos escasos, en patronatos más políticos que técnicos y en la intromisión partidista en el trabajo de los profesionales. Pero ha comenzado la rebelión pacífica del sector, que reclama desde sus distintas responsabilidades que se respete su labor y se valore su función social.

En los últimos meses, han pasado cosas sorprendentes en el sector del arte contemporáneo en España.

Por ejemplo, que galeristas, críticos, artistas y directores de museos, además del recién creado Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), han coincidido en denunciar, a través de comunicados públicos unitarios o realizados por las respectivas asociaciones por separado, distintos casos de intervenciones políticas en la gestión de los museos de arte contemporáneo. Casos como el del Museo Patio Herreriano de Valladolid, que ha visto cómo dimitía el comité asesor porque los políticos han impuesto la programación en este centro de arte contemporáneo de una exposición sobre Cristóbal Colón; el del Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas, cuya directora dimitió por falta de autonomía; o el del Centro Galego de Arte Contemporánea, que vio cómo el cambio político en el Gobierno autónomo provocaba el posterior cese del director del museo.


El consejo asesor del museo, ante la imposición del alcalde, dimite en pleno.

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